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El Fondo de Subsidios para Vivienda (FOSUVI) arrancó el año
2020 con la meta de colocar ȼ117.445 millones con los cuales se estimaba
otorgar aproximadamente 11.700 subsidios. Dicha meta se mantuvo firme a lo
largo del año y se superó al final del periodo ya que se formalizaron 12.873
subsidios -la cifra más alta en la últimas dos décadas-- con una inversión de
¢120.713 millones y un aporte de 482.941 metros cuadrados nuevos de
construcción a la economía.
No obstante, a raíz de la emergencia por Covid-19, la meta
trazada para 2020, y las perspectivas para 2021, estuvieron en riesgo de caer
hacia la baja, en el marco de las políticas de ajuste estatales, generadas
por la crisis sanitaria
La caída en la actividad económica en el país, generada por
los efectos de la pandemia, afectó directamente la recaudación de tributos,
que dan respaldo al Presupuesto Nacional de la República, a cargo del Ministerio
de Hacienda, impactando en forma directa las transferencias de recursos para
muchas entidades estatales, entre ellas, el Fondo de Desarrollo Social
Asignaciones Familiares (Fodesaf), el cual a su vez
nutre al FOSUVI.
En el mes de julio, múltiples gestiones de cabildeo del
BANHVI, de las entidades del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda
(SFNV), y de actores del sector privado de construcción, llevaron a que la
Asamblea Legislativa, mediante el voto mayoritario de los y las diputadas,
restituyera ¢14.000 millones dentro del presupuesto del Fondo de Subsidios
para Vivienda para el 2020, que le iban a ser recortados, en el marco de las
políticas de ajuste estatales que afectaron a todo el país.
La propuesta original planteada Proyecto de Ley número
22.080 "Segundo Presupuesto Extraordinario de la República para el
ejercicio Económico del 2020" era de recortar ¢30.528 millones, lo que
ponía en riesgo la construcción de unas 3.000 viviendas y unos de 10.000
empleos entre directos e indirectos.
Para alcanzar la cifra de 12.873 viviendas destinadas a las
familias más necesitadas, el BANHVI realizó un ejercicio de eficiencia, ya
que, pese al recorte presupuestario en el FOSUVI --que finalmente fue de
¢16.528 millones-- se utilizaron recursos provenientes de periodos
anteriores, y fondos extraordinarios del superávit de Fondo de Desarrollo
Social Asignaciones Familiares (Fodesaf), que fueron trasladados al BANHVI, para alcanzar
la inversión y número de viviendas que finalmente se financiaron en el 2020.
Una situación similar se experimentó en noviembre de 2020,
esta vez con la propuesta para el presupuesto del Fondo de Subsidios para
Vivienda en el 2021, incluida en el proyecto de ley de "Presupuesto ordinario
y extraordinario de la República para el ejercicio económico 2021",
tramitado bajo el expediente número 22.174.
El proyecto planteaba recortar ¢48.833 millones al FOSUVI,
sin embargo, nuevamente, gestiones de cabildeo con autoridades de Gobierno y
diputados, generan que la Asamblea Legislativa, por votación mayoritaria,
restituya al BANHVI un total de ¢28.833 millones para el 2021. El recorte
final fue de ¢20.833 millones.
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